Editorial. Navidades y fin de año
Editorial
Navidades y fin de año
- Esta época recuerda que cada día puede ser una nueva oportunidad
- Reflexiona y trabaja para renovar la esperanza en un mundo mejor
"¿Qué regalo de Navidad le pediría Jesús a Papá Noel?". Salman Rushdie
"La Navidad se basa en una hermosa e intencionada paradoja: que el nacimiento del desamparado se celebre en todos los hogares". G. K. Chesterton
Queridos amigos lectores de Sinapsis:
Se acercan las fiestas de navidades y de fin de año y aprovecho para saludaros con afecto sincero a todos. En este año que estamos acabando he compartido con vosotros a través de Sinapsis y también de forma personal con muchos, las vicisitudes que hemos tenido como ciudadanos de este mundo convulso y en el que ha habido momentos felices y entrañables como así también momentos preocupantes y cargados de incertidumbres íntimas o personales. Vivir en ocasiones es casi tocar la felicidad, pero como dice Sergio del Molino, "en otros momentos es también mancharse, malentenderse con otros, fracasar, quemarse, sentirse solo e incomprendido y asumir que la incertidumbre no es una maldición exógena, sino la espuma de los días".
Creo que como muchas cosas que nos pasan, y lo que sentimos en las navidades también, van a depender de la percepción de los acontecimientos y sus acompañamientos sentimentales o emocionales que tienen que ver con las circunstancias de cada individuo. Influyen sin duda del mismo modo, la época en que se vive o se recuerde de estas fechas, más el contexto social, político y económico tanto de las vivencias del presente como las que rescatamos de nuestros recuerdos almacenados a veces de forma fraudulenta en nuestra memoria. Las remembranzas de las personas queridas que ya no están o que las tenemos lejos de nosotros, señalarán los afectos en estos días.
Nos estamos acercando ya a Nochebuena. Esta festividad independiente de su contenido religioso, cultural y también hoy en día influido notoriamente por el mercado, es sin duda un periodo que invita a la reflexión, al análisis de comportamientos y quizás, derivados de valores cristianos, a tratar de ser mejor con las personas que nos rodean y también con nuestra actitud ante la sociedad en general.
Según el cristianismo, en este periodo se fomenta o se debe fomentar la reflexión, la oración, el arrepentimiento y también, la alegría.
Como decía antes, nos acercamos en estas fechas también al final de otro año y por distintas razones, algunas espirituales y otras materiales, nos planteamos en estos días diferentes reflexiones sobre lo realizado y también sobre los nuevos planes o proyectos para el futuro. En este tiempo analizamos con más detenimiento nuestras relaciones con las personas próximas ya sean pareja, hijos, familiares o amigos y no dejamos de contemplar tampoco lo que sigue ocurriendo en el mundo (guerras, desigualdades, crecimiento de la intolerancia, autoritarismos y consecuencias del cambio climático entre otros cosas).
Con el transcurso de los días en este mes de diciembre llegaremos a la Navidad y luego vendrá la celebración del Año Nuevo, que es una tradición milenaria en todo el mundo; las comidas, las fiestas, los fuegos artificiales y la meditación con los amigos y la familia son elementos comunes, pero, en última instancia, esto varía según los distintos calendarios, religiones y culturas. Si bien el calendario gregoriano (introducido por el cristianismo occidental) ha sido el protagonista en esta parte del mundo, pero los calendarios lunar y solar también se reconocen en algunas celebraciones de otras latitudes, marcando un momento para hacer balance del año transcurrido y recibir al siguiente que viene con gratitud y buena voluntad.
Pienso que todas las culturas y los pueblos fijan y necesitan una fecha para meditar sobre lo realizado, vislumbrar el futuro y relacionarse de otro modo con sus seres cercanos estableciéndose muchas veces(aunque no siempre) un periodo de paz, comprensión y aspiraciones de iniciar un tiempo nuevo y diferente.
El día de Año Nuevo marca el primer día del calendario gregoriano, algo con lo que estamos bastante familiarizados en todo el mundo. En la época romana, el 25 de marzo era el día en que tradicionalmente se celebraba el año nuevo hasta que se trasladó por el calendario gregoriano, a enero. Este mes deriva de una palabra latina que hacía referencia al dios Jano, deidad del inicio de todas las cosas. El Año Nuevo actual se inicia con el cristianismo y se ha extendido por todo el mundo, y en muchos lugares del planeta han adoptado este tipo de calendario.
Aunque es habitual hacer propósitos para los nuevos periodos que comienzan, en los últimos años, la Nochevieja (noche del 31 de diciembre) ha cobrado mayor protagonismo con los fuegos artificiales y las reuniones sobre todo lúdicas para recibir el Año Nuevo.
Sin embargo, la Navidad sigue siendo o me gustaría que siga siendo, una reunión festiva mucho más familiar e íntima donde deberíamos olvidarnos un poco del acecho comercial consumista, de los “cuñados”, y reflexionar sobre nuestros comportamientos al tiempo que extender, como lo indica el cristianismo u otros principios morales, una mano al prójimo cargada de comprensión, empatía y solidaridad.
Estas fechas son también un estímulo para soñar y pedir fantasías.
Yo tampoco en este momento puedo sustraerme a ese impulso y sueño que en el próximo año predomine la paz, el entendimiento, la tolerancia entre las personas y también entre las sociedades humanas. Deseo que desaparezcan las guerras, la polarización, los plutócratas tecnológicos, los populismos y nacionalismos excluyentes. De forma muy particular pido que llegue la paz y la justicia a Gaza, Ucrania, y a todos los conflictos bélicos del mundo. Mientras escribo estas líneas tomo conciencia que nada de esto será posible mientras el planeta esté regido por individuos como Trump, Putin y sus gobiernos o personajes deleznables como Netanyahu y algunos de sus ministros, entre otros.
También en lo más cercano, personal o íntimo, desearía equivocarme menos, hacerme comprender y comprender también más a los demás. Escuchar y ser escuchado, saber perdonar y dimensionar correctamente la magnitud de los problemas al mirar los de los demás.
Para todos los lectores de Sinapsis, os deseo salud, paz, y que desaparezcan o se resuelvan todos los problemas que tengáis presente en la vida.
¡Feliz Navidad a todos!
Este deseo sincero de felicidad lo hago a todos, a los creyentes, también a los de otras religiones que no celebran la navidad y por supuesto y del mismo modo, a ateos y agnósticos ya que lo que deseo es que estas fiestas sean una invitación profunda a la reflexión de aspectos de nuestra existencia y que esas reflexiones nos conduzcan a ser mejores personas con el prójimo.
Un abrazo fuerte a todos y que tengáis una feliz navidad y un buen 2026
El temario del Sinapsis de hoy es el siguiente:
** Nota
Terminando de escribir este texto me enteré del fallecimiento de Robe Iniesta y de Héctor Alterio. Dos contemporáneos nuestros que nos dejan.
Roberto Iniesta Ojea, conocido simplemente como Robe, fue un cantante, guitarrista, compositor, poeta y novelista español, popular por ser fundador e imagen del grupo de rock Extremoduro.
Este músico, poeta y personaje difícil de clasificar pero que expresó a través de su música con "Extremoduro" y posteriormente en solitario, las problemáticas y sentimientos de las generaciones de jóvenes y de los no tan jóvenes, con gran acierto y maestría. Os invito en su recuerdo a revisar su obra musical y poética.
A continuación y a modo de despedida comparto un video que realizó Robe con relación a las grandes obras del Museo del Prado que se titula "El poder del arte".
"El poder del arte" de Robe Iniesta es una canción que celebra el arte como una fuerza salvadora y vital, capaz de rescatar del aburrimiento y la desesperación, conectando con obras maestras del Museo del Prado para mostrar un vínculo profundo entre disciplinas y la capacidad de las imágenes y la música para inspirar y dar sentido, destacando cómo el arte nos muestra la belleza incluso en la derrota y es un refugio contra una vida inerte. IA
Enlace para ver El poder del arte.
https://youtu.be/FaHW3Qs8zKA?si=jxs3qFcojEKAktjN
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Héctor Alterio
Muere el actor Héctor Alterio a los 96 años
- El emblemático actor argentino-español ha fallecido este sábado según han confirmado fuentes cercanas al artista
Héctor Alterio durante la representación de 'Una pequeña historia'
El actor Héctor Alterio ha muerto este sábado a los 96 años de edad, según han confirmado Pentación Espectáculos, la productora de su último espectáculo, y fuentes cercanas al artista.
“Con profundo dolor queremos comunicaros que hoy, 13 de diciembre por la mañana, nos ha dejado Héctor Alterio. Se fue en paz después de una vida larga y plena dedicada a su familia y al arte, estando activo profesionalmente hasta el día de hoy. Descanse en paz”, aseguran sus familiares en un comunicado distribuido por su productora.
Jesús Cimarro, productor de su último espectáculo teatral, Una pequeña historia, ha destacado que “nos deja uno de nuestros grandes intérpretes de la escena española y argentina”.
Alterio (Buenos Aires, 1929), que se dedicó a la interpretación desde los 18 años, fue uno de los actores más destacados de su generación. Esto le valió el Goya de Honor, que recibió de sus hijos, Malena y Ernesto Alterio, en el año 2004.
Pese a que debutó como actor en el teatro, con la obra Prohibido suicidarse en primavera, de Alejandro Casona, en 1948, y dedicar la década de los 60 a su compañía Nuevo Teatro, con la que trabajó por renovar la escena en Argentina, su fama como intérprete le llegó con el cine, en el que se estrenó junto a Alfredo Mathé.
Tras su debut en Todo sol es amargo, participó en numerosas películas de la nueva generación de cineastas argentinos entre los últimos años de los 60 y principios de los 70, como Leopoldo Torre Nilsson, que lo puso a sus órdenes en Los siete locos. Ya en 1975, se instaló en España tras recibir amenazas de muerte del grupo terrorista de extrema derecha Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), lo que dio inicio a una completa carrera en el cine español.
A las órdenes de Carlos Saura en Cría cuervos, colaboró con las figuras más relevantes del cine de la etapa posterior a la muerte del dictador Francisco Franco como Jaime Chávarri, en A un dios desconocido, con la que obtuvo la Concha de Plata del Festival de San Sebastián; El crimen de Cuenca, de Pilar Miró; o El nido, la historia de Jaime de Armiñán que fue nominada al Oscar en 1980.
Pese al exilio forzado, Héctor Alterio no dejó de trabajar en películas argentinas, lo que le supuso hasta cuatro nominaciones a los premios Oscar por La tregua, Camila, El hijo de la novia y La historia oficial, que obtuvo el galardón de la Academia de Hollywood.
Su última película fue Nora, de la directora Lara Izagirre, estrenada en 2020. Aunque posteriormente continuó trabajando en el teatro o con apariciones puntuales en series de televisión como Su majestad.
Además del Goya honorífico que la Academia de Cine, a la que pertenecía, le entregó en 2004, en 2008 Argentina le reconoció con el Cóndor de Plata por su trayectoria cinematográfica y, ya en 2023, el Centro Cultural de Buenos Aires le brindó un homenaje que contó con la presencia de un nutrido grupo de profesionales del séptimo arte de Argentina, como Ricardo Darín.
Las reacciones tanto de la cultura como de la política no se han hecho esperar. Se han producido múltiples condolencias por el fallecimiento de este actor y ciudadano destacado. Se nos ha marchado un contemporáneo de los grandes.
https://www.eldiario.es/cultura/muere-actor-hector-alterio-96-anos_1_12843370.html
Tres breves tráilers de interpretaciones emblemáticas de Héctor Alterio
https://youtu.be/BibM13-Jd8E?si=yvPDhTjkma3LbYBn
https://youtu.be/xox1x_Nvv-o?si=hNmxDXzKUnTFcK5Z
https://youtu.be/42VzhNX5X8A?si=JaMg9PUbBoCSN669
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Y ya para despedirme, comparto música de Ella Fitzgerald en temas algo "navideños".
https://open.spotify.com/track/4kBHkMR1QpPeSgreGYNLr1?si=rviWrcH1Tk6cUd5v7U2QQw
https://open.spotify.com/track/04DgAebjdBrB8e9ArIifpM?si=f64TfVbCSiOloFXq8o2c7Q
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