Editorial: Crisis, huida y retorno. José Herrera Peral


Sinapsis. Editorial. José Herrera Peral (22/08/24)





Editorial: Crisis, huida y retorno



                                                               Tres figuras en marcha. Héctor Poleo. MALBA (Bs As)

Queridos amigos:


Deseo de corazón que estéis todos bien. Vuelvo a comunicarme con vosotros tras una pausa veraniega donde el calor me ha resultado insoportable  y creo que en mi caso influye en exceso en mis sensibilidades y percepciones psicológicas. Pero no solo ha sido el calor ya que he estado en el hemisferio sur y allí ha sido el frío el que en ocasiones me produjo displacer.


Comparto artículos culturales, pensamientos, relatos y opiniones personales y de otros colaboradores a través de Sinapsis desde ya hace más de siete años. Muchos a los que envío la revista la leen, contestan o participan y otros probablemente ni siquiera la abran para conocer su contenido. Pero esto lo entiendo perfectamente ya que no todas las personas tenemos los mismos gustos e intereses.

Estas semanas pasadas tras visitar Argentina por un asunto familiar sentí que estaba en “crisis” respecto a mi necesidad de comunicación y ganas de compartir contenidos, que es lo que hago desde Sinapsis cada quince días. Pensé en dejar de hacerlo ya que en ocasiones siento que no tengo nada importante que aportar o transmitir y que ahora es el momento de otras personas.


Volví a Buenos Aires después de mucho tiempo y me encontré con una ciudad "viva", siempre en plena actividad, con muchas ofertas culturales y con unos barrios muy distinguidos, pujantes y hermosos y también la belleza de sus numerosos parques y plazas. Me encantó una visita al Teatro Colón y a otros sitios museísticos e históricos. También me impresionó la desigualdad social, sectores urbanos en decadencia y muchas personas desfavorecidas viviendo en las calles. Cuando transitaba por esa ciudad no dejaba de preguntarme cómo tantos argentinos votaron a Milei en las últimas elecciones. Conozco los argumentos que explican esa cuestión y los entiendo, pero aún así no entra en mi cabeza como un país como ese puede tener el presidente que tiene. 


Entre las muchas cosas que deploro de ese personaje está la política negacionista que hace su gobierno del horror vivido en los años 70 del siglo pasado. La equiparación que pretende hacer entre los crímenes de lesa humanidad de la dictadura con la violencia, en comparación minúscula, desarrollada por grupos que entonces defendían equivocadamente la lucha armada. El gobierno militar iniciado por Videla acabó con el estado de derecho, secuestró, sometió a tormentos y asesinó agregando la desaparición de los cuerpos a miles de personas, sembrando en aquellos años en todo el país el miedo y el terror en la población. Hoy los diputados del partido de Milei visitan en las cárceles a los juzgados con todas las garantías y condenados por delitos de lesa humanidad. Les llaman "soldados" que defendieron la patria ¿?¿?.


En Buenos Aires visité el museo de memoria histórica de la ESMA (sitio de detención ilegal, aplicación de tormentos y muertes con desapariciones durante la última dictadura de los años 1976-1983, aunque estos procedimientos ya los había iniciado el gobierno peronista de Isabel Perón).


Después de esa visita acudieron a mi mente tantos recuerdos que me sentí algo vacío, derrotado y sin objetivos a realizar, salvo los estrictamente personales y familiares. Sin duda esa visita y los recuerdos recuperados sobre el pasado de Argentina me hicieron mella y quizás determinaron mi estado de desánimo y de crisis.

Al mencionar la palabra crisis intento ver si la he empleado correctamente. Veo que se define como el cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados. En lo más personal se entiende como un estado temporal de agitación, trastorno o desorganización, en el que nos vemos desbordados a la hora de afrontar una situación o problema. Probablemente en mi caso, han sido detonantes de mi estado de ánimo, la memoria de tantos amigos que ya no están y que sufrieron lo indecible antes de “desaparecer”. Indecible es solo una palabra, lo vivido por gente extraordinaria que conocí fue el infierno, el dolor sistemático, las torturas repetidas, la humillación constante, la indignidad, la vejación, la muerte y la "desaparición final". Cuánto dolor, cuánto..., cuánta maldad... ¡Que tristeza tan grande!!


En cualquier caso amigos, tras visitar aquel país y estudiar días después documentos del pasado, pude concluir que yo estaba en crisis. Tomé entonces la decisión entre otras cosas, de no publicar más Sinapsis y entré en un periodo de reflexión personal.

Ello me llevó, no solo a preguntarme porqué editaba este blog, sino porqué me atrae escribir sin más (aunque sea de muy baja calidad), sobre literatura, poesía, política y también ficción. Pero aquellos días me sentía como Bernardo Soares (uno de los múltiples heterónimos de Fernando Pessoa) cuando decía que su escritura “estaba desposeída de la voluntad de querer convencer el entendimiento ajeno o mover la ajena voluntad”. Habitualmente cuando escribo aspiro a lo contrario que Soares.


En la indagación personal que estaba haciendo sobre porqué publico Sinapsis y otros escritos, me encontré con un artículo donde algunos escritores muy conocidos intentaban explicar los motivos por lo que  ellos escriben y observé que las opiniones eran algo variadas.

A continuación transcribo lo que piensan algunos escritores al respecto y comienzo con:


Elvira Lindo

Todo lo que hago al cabo del día, lo que veo y escucho, lo que me provoca asombro, alegría o desdicha es material para ser contado. Y esa actitud vital, la de formar parte de la comedia humana pero la de ser también espectadora de ella, ese estar fuera y dentro a la vez, me ayuda a asimilar la experiencia de una manera enriquecedora. 


Ricardo Menéndez Salmón

Escribo por insatisfacción. Si estuviera satisfecho, me limitaría a «vivir la vida», no a intentar comprenderla mediante la escritura. Claro que al intentar comprenderla, es decir, al escribirla, me doy cuenta de que en realidad la vida resulta incomprensible. Lo cual genera una nueva insatisfacción, la de comprobar que el intento por comprender la vida mediante la literatura o el análisis, lo único que ilumina es la imposibilidad de alcanzar esa comprensión. Pero entonces sucede algo curioso, y es que el hecho de descubrir esa imposibilidad me conmueve, admira e impulsa a escribir más y más.


Juan José Millás

Escribo por las mismas razones por las que leo: porque no me encuentro bien.


Antonio Muñoz Molina

También escribo por quitarme la mala conciencia de no haber escrito, o para tener el alivio de haberlo hecho. Me puedo imaginar no publicando, al menos durante largos períodos, pero no me imagino no escribiendo. En el fondo es un vicio, un hábito cotidiano, o una manera de estar en el mundo, como tener afición por la lectura o por la música.


Juan Gabriel Vásquez

Escribo porque me irrita y me entristece el desorden del mundo, y descubrí hace mucho tiempo que en la buena ficción el mundo tiene un orden o su desorden tiene un sentido. Escribo porque mi inteligencia es limitada y sólo soy capaz de entender lo que viene en palabras. Escribo, por lo tanto, porque no entiendo o porque ignoro: «escribe sobre lo que conoces» me parece el consejo más idiota del mundo, porque se escribe, precisamente, para conocer.


Enrique Vila-Matas

Ah, ya veo, vuelve la vieja y pérfida pregunta. Pero también podrían ustedes preguntarme por qué acabo de hacer un moño en mis zapatos, y por qué no me he contentado con un nudo que, para el caso, me habría servido igual. En algún tiempo remoto, un antepasado hizo el primer moño. Nosotros no somos más que sus imitadores, un eslabón en la cadena ininterrumpida de la tradición. De modo que a quien habría que preguntarle por qué escribo es a ese antepasado, preguntarle por qué quiso ir más allá del nudo.


María Negroni: "Leer y escribir, en ese orden, son las dos actividades que más placer me producen en la vida. En ese silencio encuentro serenidad, me abandono a la imaginación, y me curo un poco de las ideas y palabras vacías (calcificadas) que predominan en el mundo exterior. La escritura es también para mí una manera de reflexionar sobre el lenguaje, de preguntar lo que no tiene respuesta y de enfrentarme a lo más desconocido de mí misma".

Rosa Montero: "Escribo para perder el miedo a la muerte y también porque es mi manera de poder soportar la existencia. Escribo desde los cinco años, así que, parafraseando a Monterroso, cuando desperté a la vida la escritura ya estaba ahí".

Santiago Roncagliolo: "Escribo porque la vida es muy poca cosa. Yo solo soy un aburrido padre de familia de clase media. Pero escribiendo he sido un asesino en serie, una bruja del siglo XVII, un embajador norteamericano, un terrorista marxista, un dragón enamorado de una princesa… ¿Quién puede querer ser solo la persona que es? Escribir es la forma de ser más, de vivir más”.


Soledad Puértolas

Las alegrías de la vida te desbordan. El dolor y la pérdida te superan y hunden. El tedio y la monotonía pueden resultar aniquiladores. Cuando escribo, estoy fuera de esa realidad. He entrado en otra donde sí es posible buscar un sentido, incluso vislumbrarlo. La soledad, que tantas veces se ha hecho insoportable, se hace ligera y deseable. El estado perfecto. Hay metas, humanidad, sentidos. Hasta cabe la risa, el gran regalo.


Es cierto que las respuestas pueden ser diferentes como diferentes son las vidas de las personas y de sus circunstancias y momentos. Probablemente no sea lo mismo opinar siendo joven que anciano, ni haber tenido o no ciertas vivencias. En la ancianidad se suman otros elementos como la amenaza de la  soledad, el deterioro físico e intelectual, el estar fuera del mundo laboral y también las sensaciones que te produce la propia sociedad y las personas de la misma, que te señalan el camino de la “retirada”.


Volviendo a Soledad Puértolas, el otro día leí una entrevista suya en la que reflexionaba sobre ser viejo en este mundo. Decía: “Conoces más, has experimentado más cosas y has agregado alguna conclusión y alguna confusión más. Lo que pensabas que era el mundo ha cambiado de aspecto, tienes una idea distinta, ya no estás para descubrirlo, sino para estar ahí. De joven pensabas que podías descubrir y controlar el mundo, eso es la juventud. Pero, en un momento dado de la vida, cuando lo has intentado varias veces, acabas diciendo: simplemente estoy. Es una actitud muy distinta, no voy a decir de aceptación, porque la vida tiene muchas cosas inaceptables, pero sí de saber”.


En fin amigos, como sugería Puértolas, digo "estoy" tras darle muchas vueltas a la cabeza. Por lo que decidí seguir publicando Sinapsis y espero que te entretenga, o que aprendas o disfrutes con ella ya que creo que el compartir lo que ocurre en el mundo en general, en todas sus esferas, nos hace más humanos y quizás más solidarios y empáticos, minimizando la soledad e impotencia que en ocasiones nos embargan.


Espero que hayáis disfrutado de unos días de descanso (o que todavía lo tengáis pendiente),  y que lo hayáis compartido con la familia y amigos. Hoy os invito a leer artículos de F. Soriguer, Walter Gallardo y también otros relacionados con el cine, el arte y la literatura.


Al final comparto con todos un poema de Amalia Beatriz Arzac y unas fotos de actualidad (Superlunas de agosto). Mientras las visualizamos a las fotos, podemos escuchar Claro de luna de Claude Debussy. Además de la gran belleza de las "superlunas", podremos intuir también lo pequeñitos que somos como especie en el inmenso universo.


Un abrazo a todos


Pepe



Poema de Amalia Beatriz Arzac


Malos Recuerdos

Fantasmas oscuros vienen a buscarme,
rastreándome el alma, inquietando el sueño,
sembrando a su paso dudas, desconsuelo,
sentencias finales van a esclavizarme.

Vuelven a buscarme e intentan llevarme
al mar dónde encalló la nave de sueños.
Cada cierto tiempo vienen a mi encuentro,
esquivo a veces evitando el desarme

Dolor que flagela el alma y rota queda.
Recuerdo de niñez, de juventud…
de una vida sin treguas, en lentitud,
y me llevan al camino sin vereda.

El momento preciso de brazos flojos
cuando vencido el cuerpo todo se entrega…
el sol despunta en lo alto y otra vez despega,
revelando mirada con nuevos ojos.


Superlunas de agosto






Claro de luna. Claude Debussy

https://youtu.be/ja7v4JTsLVw?si=7exSadzj-nH9M7K0https://youtu.be/ja7v4JTsLVw?si=7exSadzj-nH9M7K0  

Comentarios

  1. Jose Carlos Escudero Valera22 de agosto de 2024, 8:50

    Me ha gustado mucho. Muchas gracias por escribir. Desde dentro tal vez no se tenga tanta perspectiva de la trascendencia de ✍️ y publicar.
    Cuando hablas de la época de López Mesa y la viuda de Perdón, y cuando recuerdas amigos que debieron pasar por lo inimaginable, me haces pensar en el libro que estoy leyendo: "El anillo del general", una novela negra de Benjamín Prado, en que mezcla los datos históricos de esa terrible época en Argentina y también de la dictadura franquista, con el entramado de ficción la novela.

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  2. No debes de privarnos de Tus editoriales y de Obviamente Sinapsis movilizan, que no es poco .

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  3. Muy interesante su opinión con respecto a su visión de la República Argentina. Y es que hace muchas décadas me pregunto: ¿ como un país de notable nivel cultural y rico en recursos naturales todavía no se dio respuesta a la inseguridad, desempleo y pobreza? Y es que mi país merece un futuro con crecimiento con políticas y administraciones competentes en las instituciones públicas. Argentina no merece la corrupción e incompetencia. Ceder el lugar a una generación preparada , aunque inexperta pero libre de las tareas heredadas del pasado llevara aa que asuman sus funciones con responsabilidad, con honradez y austeridad. Tengo esperanza en que la sociedad Argentina tendrá un futuro próspero.

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  4. Gracias por trasmitir, tus palabras. Fuerza y sigue siendo Pepe

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