Emergencias climáticas. Consejos

Dado el riesgo de eventos climáticos desfavorables, comparto con vosotros esta publicación en la cual se dan unos consejos a seguir en estos casos.


Sobrevivir a las emergencias climáticas

Cruz Roja advierte de la falta de preparación de los ciudadanos frente a sucesos extremos como inundaciones u olas de calor que cada vez son más frecuentes

  • SARA CASTRO


MÒNICA TORRES

Dos personas atrapadas por la subida del mar en Dénia (Alicante), el 20 de enero de 2020.


La crisis climática está intensificando algunas emergencias como las inundaciones, las olas de calor o los incendios forestales. Sin embargo, los ciudadanos no están bien preparados para enfrentarse a este tipo de sucesos, según las conclusiones preliminares del estudio Resiliencia Comunitaria ante Riesgos Climatológicos, elaborado por Cruz Roja y Z Zurich Foundation. ¿Sabría usted cómo actuar si un incendio forestal se acerca a su casa o salir de un coche arrastrado por el agua? ¿Tiene algún plan para reducir los riesgos asociados a estos eventos extremos? Hace ahora justo un año, en pleno mes de julio, una fuerte tormenta inundó una parte de Zaragoza y una mujer consiguió no ser arrastrada por el agua porque se subió al techo de su coche. Esta es una guía de supervivencia ante este tipo de emergencias.


Haga su propio kit de respuesta básica. Cruz Roja aconseja empezar por identificar las principales amenazas que puede afectar a uno mismo o al conjunto de su familia, y para ello plantea elaborar una lista con las acciones que uno debe recordar frente a eventos extremos, para antes, durante y después. Se recomienda contar en el hogar con un botiquín, un kit de emergencia o un extintor. En algunos casos, puede resultar útil acordar con todos los miembros de la casa un punto de encuentro donde protegerse o los pasos que deben seguirse en caso de evacuación. Si hay que salir corriendo de la vivienda, se aconseja tener claro qué es lo imprescindible que no hay que olvidar coger, como medicamentos o el móvil con cargador.

Atentos a las alertas meteorológicas: lluvias torrenciales y desbordamiento de ríos. Es esencial estar informado del tiempo y las alertas emitidas por los equipos de Protección Civil, que pueden ser amarillas, naranjas o rojas, en función de la gravedad. En los sitios de costa y en zonas con ramblas resulta preferible evitar circular en coche. Si hay riesgo de anegamiento en la vivienda, es aconsejable desenchufar los electrodomésticos y cortar los suministros para evitar problemas.

Responder a una inundación en casa. En caso de una inundación que afecta a nuestra casa, se aconseja dirigirse al punto más alto del hogar. Una vez allí, es importante contar con un móvil completamente cargado para avisar a los servicios de emergencia, una linterna, un sistema alternativo de energía y comida, mantas o ropa de abrigo por si el aislamiento se alarga. Lo más importante es poner primero a salvo a menores, mayores y mascotas. Se pueden taponar las rendijas de puertas y ventanas para aumentar la seguridad, siempre que haya tiempo. En una casa de planta baja hay que valorar si es viable realizar un desplazamiento hacia un lugar seguro que no tenga agua o donde al menos no haya corriente. Puede ser la casa de un vecino o un espacio en altura. Siempre debe evitarse el contacto de ojos, nariz y boca con el agua estancada, ya que puede presentar contaminación biológica o química al mezclarse con residuos. También hay que tener cuidado con el riesgo de electrocuciones y no hay que arriesgarse a cruzar corrientes de agua para intentar salvar cosas materiales como coches.

Cómo salir de un coche arrastrado por el agua. Hay que evitar circular por carreteras que puedan ser cortadas y optar por calzadas principales, aunque tampoco son una garantía. Si el agua alcanza el coche, las ruedas dejarán de tener tracción porque esta empujará con fuerza y el vehículo se convertirá en una especie de tabla de surf. Hay que moverse en sentido contrario al agua: si esta viene por la luna delantera del coche, es preciso salir por las ventanillas laterales y si penetra por la puerta del piloto, hay que evacuar por la ventanilla del copiloto. El agua, por la fuerza que tiene, impedirá abrir la puerta donde incide la corriente, pero no hay que bajar la ventanilla más próxima al torrente porque esta resguarda al pasajero. Una vez fuera, hay que subirse al techo del coche, el lugar más seguro, y alertar a los servicios de emergencia.

Preparar una casa en el campo frente al fuego. Es importante tener una franja de seguridad de al menos 50 metros alrededor de la vivienda. No hay que quitar toda la vegetación porque se concentrará mayor temperatura y no habrá sombras ni humedad, favoreciendo la velocidad del viento. Pero hay que evitar la proliferación de matorral y plantas arizónicas, con resina. La flora ignífuga no existe, aunque hay plantas más resistentes al fuego y capaces de ralentizar su avance. Esta estrategia es conocida como pirojardinería. Las pérgolas de brezo seco, las sombrillas, la decoración con pallets, las cubiertas sintéticas o la leña apilada junto a la casa no son aconsejables porque son material inflamable. En cambio, las persianas o contraventanas metálicas y las tejas de cerámica constituyen una buena barrera. Se puede instalar un sistema de riego en zonas clave para impedir el avance de las llamas.

Pisos acechados por las llamas. Si el piso empieza a incendiarse, generalmente, se puede salir porque no habrá demasiado humo. Si la casa del vecino de arriba es la afectada, la persona puede abandonar la vivienda con facilidad, pero si el hogar donde se inician las llamas es el de abajo, las cosas se complican más. No se puede utilizar el hueco de la escalera porque ya estará inundado de humo. Nunca hay que acceder al ascensor, donde se puede sufrir un corte de luz o un “efecto chimenea”. En este caso, lo más seguro es confinarse.

Cuando las llamas avanzan hacia la vivienda. Si el incendio es detectado con suficiente tiempo, los afectados pueden marcharse de su hogar en coche. Si el fuego aparece por sorpresa, lo más recomendable es preparar la casa para que sirva de refugio, evitando materiales inflamables. Los miembros del hogar pueden activar los sistemas de riego, en caso de que cuenten con ellos, y proceder a confinarse con puertas y ventanas cerradas para evitar una intoxicación por humo.

Resulta importante colocarse en el sitio opuesto y más lejano a las llamas y alertar a los servicios de emergencia. El humo abundante causa mareos por inhalación de monóxido de carbono y hasta puede resultar letal. También es recomendable situarse en la zona más baja de la casa, ya que la humareda tiende a ocupar los lugares más elevados. Es apropiado colocar telas húmedas en las rendijas de las puertas y mojar las ventanas para reforzar las trabas.

Es esencial estar informado del tiempo y las alertas de Protección Civil

Subir para escapar de un incendio no es bueno. Las llamas son más rápidas

Un incendio forestal dentro de un coche. Numerosos coches quedaron carbonizados en 2017 en los incendios de Portugal, donde fallecieron al menos 30 personas. Cuando el fuego es incipiente y no hay mucho calor, el coche constituye un lugar seguro. En caso contrario, lo más prudente es parar el vehículo y buscar un refugio. Si todos los alrededores son inseguros, hay que dirigirse al lugar opuesto de donde emana el calor. No intentar escapar de las llamas en una subida que obligue a ir lento, porque el fuego corre rápido pendiente arriba.

Cómo actuar con una persona que sufre un golpe de calor. Hay que retirarla de la fuente de calor y enfriarla, tras avisar a los servicios de emergencia. Es importante rehidratarla si tiene buen nivel de conciencia, pero no hay que hacerlo si la persona tiene afectación neurológica porque esto puede ocasionarle nauseas y vómitos.


Publicado en El País

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