Actualidad política: Decepción, desesperanza...

Borrador mientras tomaba un café...

Decepción, desesperanza…



No sé si será por la edad pero cada vez que sobrevienen  acontecimientos políticos como los de estos días me siento invadido por la desesperanza y la impotencia.

También es cierto que hay momentos que veo a la política como un circo  donde actúan actores como Iglesias, Díaz Ayuso, Rufián, Abascal y vienen a mi mente escenas absurdas como las del camarote de los hermanos Marx. Dentro  de este tipo de visiones no hay ninguna mejor que las del parlamento de Cataluña o el de Madrid. Pero cuando estoy en esos pensamientos se me congela la sonrisa al recordar a los millones de parados, a la precariedad laboral, a la falta de vivienda, a la desigualdad y  a la carencia de futuro para la mayoría de los jóvenes. Y paso otra vez a la desesperanza y decepción.


La única alegría reciente a nivel internacional ha sido la derrota de Trump  en Estados Unidos. Sin embargo por las acciones políticas de Putin, Bolsonaro, y un sinnúmero de dirigentes de otros países  no se puede levantar el ánimo.

A nivel más cercano observamos errores en el desempeño de la Unión Europea, en el gobierno de coalición español y también en las comunidades autónomas. En el gobierno de España en ocasiones no se distingue si son aliados o enemigos los que integran esta coalición. Quizás no ha habido otro remedio, ya que tras dos elecciones y triunfando el PSOE no pudo formar gobierno por el número de diputados obtenidos que a su vez reflejaban lo que los ciudadanos votaron en las urnas. La misma noche de los resultados electorales los partidos de ámbito nacional trazaron sus líneas rojas para no facilitar la formación del gobierno que salía de las elecciones. Y allí estuvieron los chantajistas y oportunistas de ERC, Bildu y demás para aprovecharse de la situación.

Iglesias ahora votando a favor de Puigdemont y desconociendo el significado del exilio; los chantajistas políticos en acción, liderados por ERC y Bildu actuando y los frentistas integristas que en otra época habían sido pilares del estado, impiden gobernar con una oposición obstinada en no construir nada positivo en el país. Allí destaca el papel del Partido Popular que en muchas zonas de España sucumbe ante Vox, engendro retrógrado, extremadamente populista y arcaico.  Las comunidades autónomas remando solo para sus intereses locales sin intentar arrimar el hombro para la recuperación de los efectos de la pandemia a nivel del país en general.

Y otra vez los ciudadanos catalanes preparados para sufrir un gobierno que cree que solo existe una mitad de Cataluña ya que la otra mitad no merecen ser atendidos.

ERC y CUP que se declaran de izquierda facilitan que  una representante de la burguesía catalana  presida el parlament.  Prefieren un gobierno con tufo folclórico, sectario, nacionalista e independentista que llevar adelante un programa de izquierdas a lo que ellos dicen pertenecer, aunque sinceramente creo que ya no saben lo que son los nacionalismos desde la óptica de una ideología que han olvidado.

Sin duda es muy importante el avance de la mujer en puestos de poder en las instituciones pero que mala suerte hemos tenido en la actualidad cuando destacan sobre todo la trumpista, populista y frentista Díaz Ayuso o Laura Borràs, derechista, nacionalista excluyente y además ahora imputada por corrupción.



Bueno amigos, el panorama es decepcionante pero no nos queda más que luchar y apoyar a los políticos más sensatos e independientes, para  superar esta tremenda crisis pandémica que a demás de enfermos y muertos va ahondar en las desigualdades sociales que solo favorecen a los poderosos.  Debemos estar atentos a no caer dentro de los mensajes populistas y recordar la actuación de nuestros representantes políticos cuando vayamos a ejercer el voto en las próximas convocatorias electorales. La mayoría de los políticos están alienados, aislados de la sociedad real y solo viven y trabajan para desbancar al adversario y avanzar en las próximas elecciones. Todo ello ha vuelto a poner de moda el transfuguismo que solo algunos lo rechazan cuando no les favorece. 

La incapacidad de pactar y lograr consensos puede llevarnos a una involución política donde solo se beneficien los enemigos de la democracia y de los valores del estado de derecho. Si los dirigentes políticos no modifican su manera de actuar, los debemos rechazar de forma contundente con los medios que el ciudadano de a pié tiene y que es, entre otras cosas, no votándolos en las próximas elecciones. El paradigma del despropósito en la política actual está ejemplificado en dos mujeres como son Isabel Díaz Ayuso y Laura Borràs pero no debemos olvidar a quiénes crean ambiente para que ellas destaquen.


Comentarios

Entradas populares