Felicitaciones navideñas. José Herrera Peral

Queridos amigos lectores de Sinapsis:

Se acercan las fiestas de navidades y de fin de año y aprovecho para saludaros con afecto sincero a todos. En este año que estamos acabando he compartido con vosotros a través de Sinapsis y también de forma personal con muchos, las vicisitudes que hemos tenido como ciudadanos de este mundo convulso y en el que ha habido momentos felices y entrañables como así también momentos preocupantes y cargados de incertidumbres. 

Somos ya en este planeta más de ocho mil millones de personas. De éstas, una parte importante, aunque no todas, celebraremos las navidades y el fin del año.

Estas celebraciones para muchos serán una fiesta muy especial aunque para otros puede que sean solo unas más y no siempre impregnadas de felicidad.

Pero por multitud de motivos diferentes para la mayoría será un periodo de cierre de ciclo, de reflexiones y balances y también una mirada hacia ese tiempo incierto que es el futuro.

Dependiendo de las edades de cada uno, de las condiciones del presente y de los seres queridos que nos rodean o también por sus ausencias, tendremos diferentes sensaciones y estados de ánimo en estos días.

En los balances que incitan estas fechas algunos tendrán arrepentimientos o lamentaciones por las acciones o por el azar como causas que hayan producido sus malestares o tristezas. Otros por el contrario se agigantarán con el gozo producto del amor, del éxito, aunque este sea temporal en los proyectos desarrollados en el año que finaliza. 

La vida respecto a los sentimientos que tenemos en cada momento es muy oscilante y variable y muchas veces los acontecimientos que vivimos están alejados de nuestra voluntad.

Las personas de buen corazón valorarán mucho en estos días la amistad, el amor, la familia, la salud y el tener objetivos y proyectos para desarrollar en el futuro. Algunos serán muy conscientes que ya han vivido muchas más navidades que las que le esperan en el futuro. Otros lo contrario, y también los niños y jóvenes, que ni siquiera pensarán en ello ya que por naturaleza ven que tienen todo el mundo y la vida por delante.

La mayoría de nosotros en estos días estaremos en un hogar tranquilo y acompañado, otros pasarán miedo, soledad y terror en las viles guerras que tenemos en nuestro presente. Mientras unos sufren hambre, pánico, y ven destruidos sus hogares, otros se deleitarán en el éxito conseguido sobre ese”enemigo” que han creado por razones étnicas, religiosas o políticas. 

Quizás los mejores deseos que podamos tener en estas navidades sean los que integren la salud, la paz, la justicia y  la libertad, aderezados de empatía y solidaridad con nuestro prójimo.

Probablemente lo que algunos llaman la “magia” de la navidad sea también una necesidad humana de darnos una tregua temporal con nosotros mismos y con los que nos rodean y sentir más libremente el amor y la amistad con nuestros semejantes. Creo que la “magia” de la navidad no es el martilleante acoso a través de los medios para incitarnos a consumir y consumir en estas fechas, si no la recuperación aunque sea transitoria de la humanidad plena.

Es también como decía antes, este tiempo, un periodo para ingenuamente solicitar deseos. Para mí estos deseos son los que mencioné antes pero también tengo uno muy especial y quizás el mayor y es, que disminuya significativamente la estupidez humana en nuestra sociedad. Esa estupidez se expresa en las guerras, en los nacionalismos, en los populismos, en la xenofobia y el racismo. La dolorosa y frustrante desigualdad social que sufren millones de personas son consecuencia de la desregulación del sistema económico predominante y de la extrema avaricia de los muy, muy ricos del planeta. Un deseo aún más perentorio es que los jóvenes tengan acceso al mercado laboral, a la vivienda y a unos salarios dignos. Si la estupidez no estuviera presente, las personas viviríamos más felices y en paz. Mientras termino de escribir estas notas leo sobre el atropellamiento masivo en Alemania como posible acto terrorista, también las declaraciones de Elon Musk que apoya al partido de ultraderecha y xenófobo Alternativa por Alemania; las manidas y falsas acusaciones de antisemita que hace Netanyahu a todos los que critican su política beligerante, agresiva y expansionista. En fin amigos, acabamos el año con estas pequeñas guindas de necedad y maldad humana.

 En lo más cercano y con modestia pido para mi entorno que los que estén enfermos recuperéis la salud, que los que no tengáis trabajo o vivienda, lo consigáis y que aprovechéis estos días, si tenéis vacaciones,  para leer, pasear, ver arte y compartir afectos con los amigos y la familia.

Queridos amigos, un abrazo muy sincero a todos y que se cumplan vuestros deseos en paz, con salud y con amor. 

¡¡Feliz navidad y un buen año nuevo!!

Pepe Herrera

Comparto con vosotros algo de música que nos servirá para introducirnos en estas fechas especiales.

https://youtu.be/nHfo9xP8Zm4?si=GqKwCFHJOv4e_fBD

** Por si no habéis leído estos libros o pensáis regalar libros en estas fiestas os recomiendo algunos que no son recientes pero son muy buenos.

Manuel Vilas. “El mejor libro del mundo”

Elizabeth Strout. “Los hermanos Burgess”

Richard Ford. “Sé mía

Fernando Aramburu. “Autorretrato sin mí”

Javier Marías. “Los enamoramientos”

Irene Vallejo. “El infinito en un junco”

Abad Faciolince. “El olvido que seremos”

Cormac McCarthy. “La carretera”

Leonardo Padura. "El hombre que amaba a los perros"

Paul Auster. “Baumgartner”

También os invito a leer unos breves poemas:

Transfiguraciones (Alberto Salamanca)

Cuando me abstraigo y salgo

veo desde fuera esta vida que es vida de otro,

de un sujeto al que ahora

resulta no conozco,

oscuro como cualquier interior,

de salud tan lejana como la juventud,

con el que es difícil llegar a acuerdos.

Con hostilidad más que necesaria armonía

cohabitaré con él hasta el fin de mis días.

Insignificante como recombinación

molecular casual,

así de indigna y tan intrascendente,

mi vida se distancia

cada vez más de la imagen que de ella

tiene la gente.

                                      ***

LAS VENTANAS  (C. P. Cavafis)

En estos cuartos sombríos, donde paso
días de tedio, voy vagando de un lado a otro
en pos de las ventanas. –Cada vez
que se abre una ventana es un consuelo–.
Mas no hay ventanas, o es que yo no puedo
encontrarlas. Y acaso, mejor que no lo haga.
Acaso la luz sea otra tiranía más. Quién sabe

qué inusitadas cosas vendrá a mostrarnos. 

                                               ***

8 (John Burroughs)

Aquel quien, cuando te vas, te extraña con tristeza

Aquel quien, a tu retorno, te recibe con alegría

Aquel cuya irritación jamás se deja notar

Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien más pronto da que pide

Aquel quien es el mismo hoy y mañana

Aquel quien compartirá tu pena igual que tu alegría

Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien siempre está dispuesto a ayudar

Aquel cuyos consejos siempre fueron buenos

Aquel quien no teme defenderte cuando te atacan

Ese es a quien yo llamo un amigo.

                                              ***

Breve poema de Julio Cortázar (El futuro). Leído por él mismo. 

https://youtu.be/yDzGoHhGFW8?si=1KXwxBxv6532TWz3

                                                      ***

Epitafio (Juan Gelman)

 

Un pájaro vivía en mí.

 

Una flor viajaba en mi sangre.

 

Mi corazón era un violín.

 

 

Quise o no quise. Pero a veces

 

me quisieron. También a mí

 

me alegraban: la primavera,

 

las manos juntas, lo feliz.

 

 

¡Digo que el hombre debe serlo!

 

 

(Aquí yace un pájaro.

 

                                   Una flor.

 

                                                  Un violín.)

                                                   ***